Algunas
hacían reír y dejaban el gusto de hacer una tonadita con ellas. Fue asi, que nacio la
loiquita,
que
cuenta, de manera divertida la historia de un marido engañado.
LA LOIQUITA
Se
contaba que ño Chano,
tenía
su historia,
decía
que rondaba una ánima
cerca
de su noria.
Su chinita sabía ser cautelosa,
le
colgaba un hueso al ánima
frente
a su choza…
Una
loica suspiraba… por su destino.
Veía
bajando el ánima por el camino.
¡Hay
decía la loiquita si yo encontrara!
una
animita de noche que me cantara…
Ay
ay que me cantara…
De
noche sufría ño Chano
buscando
el hueso…
para
que supiera el ánima de su regreso…
Una
noche su china dice ¡ño chano!
Estoy
sintiendo el ánima cruzar el llano.
¡Déjeme
usted rezarle esta oración!.
Para
que agarre el ánima por el zanjón.
¡Ánima
que andáis penando!
Sin
esperanzas de mí.
El
hueso se me ha olvidao.
Pero
ño Chano está aquí…
Tuesa ño Chano… tuesa ño Chano…
¡Tuesa ño Chano!.
SYLVIA ELIZABETH
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