sexta-feira, 17 de dezembro de 2010

RAÍCES



Playa Chepica, El Tabo.

Raíces
Mar, de mi mar, mi mar te llamo…
ven a las soledades de mi vida.
Mar de mi mar, mi mar te llamo
Conversemos un poco todavía.

Otra vez a tu orilla estoy naciendo…
Con mis ojos, con mi mente, con mi oído.
Todo tiene su tiempo y todo pasa.
Mas tú vives en mí… tú no te has ido.

El embrujo de tus noches y arenales
un camino de plata me ofrecían…
entre espumas huiros y corales,
dos caballitos blancos  se perdían.

De mis sueños se fugó  la  fantasía…
Ante mí… tuve la vida bruscamente.
Aquí vengo de humildes pescadores;
de la dura vida de estas gentes.

Podemos hablar la noche entera…
mi voz sin voz desparramada
llora por todos los rincones;
¡por las cuencas vacías de tus hombres!
Y por tanta miseria trajinada.

En invierno no perfumaban los jazmines,
mi pueblo como paja se venteaba;
en las chozas gemían los candiles…
y las casa patronales se cerraban.

¡Este grito ahogado de impotencia!
A la espera de gracias celestiales…
la  sangre y el sudor  echó raíces;
que hoy verdea por los céspedes señoriales…

En estas vidas de sal te voy amando,
vidas que en espineles se gastaban…
tú, eras su pan ,  más allá nada.
El griterío de pájaros enloquecidos,
bajaban al cardumen picada.
Las mujeres en los anzuelos retorcidos,
pinchaban la jibia de carnada,

Los hombres estacaban los espineles,
en las estacas hundían el vientre.
Yo asustada en las sombras les buscaba,
los sentía crujir hasta los dientes.

Era tal el atraso de estos pueblos;
con sus medios de trabajo primitivos.
La  fuerza bruta los gastó.  Y los cubrió
La arena en el olvido.

La noche…  el mar… los espineles…
Junto al fuego esperaban la recogida.
En las mujeres,  las llamas  reflejaban…
el color de su piel a greda cosida .   

Los recuerdos con su lenguaje matizaban,
cuando  alguna entre suspiros  les decía:
-Si hasta las machas se fueron de este pueblo-
-ya ve, que por la playa se varaban-
-tan apreciaasas que era por los ricos-
-Igualito pá  pagar se regateaban.-
-Aseguran que las excomulgaron-
- ¿ A  las machas  ?-
- sí, un padrecito que acudió pá las misiones.-
- ¡ Que me cuentan si yo estaba presente!
Hombres y mujeres juntos recogiendo machas
A la luz del día.
-¡SACRILEGIO!
Gritaba el padrecito,  las mujeres con las polleras
Arremangadas.
                      -¡ SACRILEGIO!-
Estas machas  sarán excomulgadas.

Cosas como estas, creían las gentes.
Cuantas cosas creía mi pueblo…
Por aquellos años políticos de gran poderío,
levantaban sus chalés veraniegos.
Y las humildes chozas se encogían…
como halladas en falta hacía a los cerros.

De vez  en cuando las campana de la iglesia…
llamaban  a escuchar a estos señores…
¡Cuántas cosas creía mi pueblo!

Mar, en mi solo de mar… te voy amando…
me quede en tus noches repartida….
en los mates con papas  asadas de rescoldo…
en las historias que contaban y creían…
y el rosario tan  sereno  y  tan hondo…
por la pesca de sus hombres lo ofrecían…

El  Padre  Nuestro de los pobres es tan sincero;
que  hasta el mar parecía recogerse.
Va tanta sangre derramada en este ruego.
Y tanta consciencia sin querer comprometerse.

Mar, de mi mar, mi mar te llamo…
Ven a las soledades de mi vida…
Mar, de mi mar mi mar te llamo….
Conversemos un poco todavía… 

                             Sylvia Elizabeth

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